Una tarde de 1665, el británico Isaac Newton estaba
descansando bajo un árbol cuando de pronto vio caer de él una manzana.
¿Por qué esa manzana siempre desciende perpendicularmente
hasta el suelo?, se preguntó a sí mismo.
La caída de la manzana hizo que la noción de la gravedad
asaltase la mente del joven Newton.
A partir de este chispazo comenzó a desarrollar la Teoría
de la Gravedad, que acabaría convirtiéndolo en uno de los científicos más importantes de la Historia.
Pero la mente de Newton tenía que estar preparada para
este chispazo.
La creatividad no surge de la nada.