
Podemos llevar las enseñanzas del
deporte de alta competición a las empresas para producir grandes saltos en el
aprendizaje de gerentes, ejecutivos y empleados.
Estas son algunas recomendaciones metodológicas
que podemos extraer del deporte de élite para aplicarlos en el aprendizaje
organizacional.
En primer lugar, si queréis
conseguir resultados, aplicad un entrenamiento progresivo y pautado en el
tiempo.
El éxito depende de
transformaciones escalonadas hacia la meta.
Consolidad el aprendizaje a través
de sucesivos impactos de formación.
Desafiad a los participantes
continua y adecuadamente.
Pero que los desafíos no sean imposibles
ni demasiado fáciles.
Aseguraos de que operen
constantemente en el borde de su competencia.
Deben estar continuamente
renovándose.
Deshaciendo los aprendizajes y
conductas previamente aprendidos y convertidos en rutinas.
Y aprendiendo nuevas habilidades
que les permitan progresar y ser más exitosos.
No dejéis que funcionen demasiado
tiempo en modo "piloto automático".
Dadles la oportunidad de
intentarlo, fracasar, intentarlo de nuevo, fracasar de nuevo, e intentarlo una
vez más.
Obligadles a hacer algo diferente
para llegar a un nivel nuevo y superior.
Dadles retroalimentación positiva
desde el principio y a medida que progresan en su entrenamiento.
Eso les animará a que sigan
participando para seguir obteniendo refuerzos adicionales.
Señaladles también sus fallos para
que puedan tomar las acciones correctivas necesarias.
Pero aseguraos de que esta
retroalimentación sea oportuna, clara y objetiva.
Que quienes la reciban tengan la
impresión de que pueden elegir.
Involucradles. Haced que se comprometan
con el resto del equipo y con sus propios objetivos.
Que los interioricen totalmente y
asuman sus consecuencias prácticas.
Tratad de elevar su nivel de
confianza para incrementar sus probabilidades de éxito.
El aliento y los refuerzos
positivos que les brindéis por sus aciertos y progresos les ayudarán a conseguirlo.
Transmitidles que tenéis elevadas
expectativas depositadas en ellos.
La mayoría tratará de ajustarse a
estas expectativas respondiendo de forma positiva.
No os limitéis a establecer objetivos
generales.
Definid sub-metas que estén a la
vista y que perciban como alcanzables a corto plazo.
Cuando las logren, sentirán una
sensación de logro y progreso.
Y eso les motivará a seguir
adelante.
Permitid que tomen sus decisiones.
Existen múltiples caminos para
avanzar, progresar y aprender.
Confiad en sus fortalezas y dejadles
que exploren estilos alternativos.
En los equipos deportivos de
categoría mundial encontramos principios y herramientas que explican el éxito
de los campeones.
¡Apliquémoslos para alcanzar la excelencia en nuestras propias
organizaciones!
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