
Cada se día añaden más de 100.000 nuevos vídeos a este
sitio y se reproducen más de 4.000 millones de vídeos.
También la revista Forbes publicó recientemente un estudio
según el cual el 60% de las personas que toman decisiones de negocios prefieren
ver vídeos antes que leer textos en Internet.
Las personas aman los vídeos, especialmente los vídeos
divertidos, variados, sorprendentes, excitantes.
El video es sobre todo emotivo en su efecto, es de alto
impacto y la mayoría de los usuarios aprecian el atractivo visual que produce.
Más aún, los expertos hablan de la adicción que producen
los vídeos en Internet: igual que cuando uno se pone a comer snacks, no puede comer solo uno.
Y es que el vídeo tiene la posibilidad de crear una
experiencia placentera en el usuario.
Puede producir un refuerzo cerebral, generando el impulso
a repetir esa acción que produce placer o satisfacción.
Además el vídeo tiene un elevado poder persuasivo
derivado del hecho de presentar directamente las imágenes en movimiento.
Desde siempre el hombre ha confiado mucho más en la
experiencia directa percibida a través del sentido de la vista que en las
narraciones verbales o escritas.
Decimos "una imagen vale más que mil palabras"
o "verlo para creerlo".
Tradicionalmente, los relatos podían estar sujetos a
manipulaciones por parte del narrador.
Pero aquello que uno veía con sus propios ojos respondía
a la realidad misma.
Aplicado al campo del aprendizaje, el vídeo puede ser un medio
poderoso, de alto impacto.
Es particularmente eficaz para mostrar la interacción
entre las personas, las sutilezas del lenguaje verbal y corporal, los
comportamientos y las habilidades interpersonales.
Pero las personas que ven vídeos en su ordenador, sea en
youtube o en un curso elearning, adoptan una actitud distinta a como ven la
televisión.
Su actitud es mucho más activa.
Les gusta tener el control para detener, rebobinar o cambiar
de video en cualquier momento.
Quieren que los vídeos se descarguen de forma rápida. No
soportan las largas esperas.
Quieren que los contenidos sean atractivos, que les
generen experiencias de placer.
Quieren realismo y primeros planos convincentes.
La atención y la memoria se incrementan cuando las imágenes
son grandes y cercanas.
Especialmente los rostros humanos son atractores de
atención.
Pero un rostro fijo y quieto durante mucho tiempo resulta
aburrido.
Las cabezas parlantes no son apreciadas. Aburren y nadie
las encuentra placenteras.
Los vídeos deben ser estimulantes, divertidos, cortos, animados,
llenos de acción, dinámicos, sorprendentes.
Sólo así los usuarios se sentirán impulsados a ver más y
más vídeos, como snacks para su
cerebro.
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