El clima ideal que favorece el aprendizaje se produce
cuando los participantes se sienten competentes y seguros.
Así que procura generar un ambiente de apoyo,
potenciación y desafío, que promueva las emociones positivas.
2 - Confiere a los
participantes control sobre su propio proceso de aprendizaje
La sensación de autonomía y control por parte de los
alumnos potencia la experiencia del aprendizaje.
Así que permíteles que utilicen su propio estilo de
aprendizaje, de acuerdo a sus necesidades, preferencias, habilidades y
conocimientos actuales.
3- Involucra y compromete a tus
alumnos
Busca el compromiso de tus alumnos con el resto del grupo
y con sus propios objetivos.
Haz que se sientan responsables de su propio aprendizaje de
la manera más activa posible. Que lo interioricen totalmente y asuman sus
consecuencias prácticas.
4 - Motiva y emociona a tus
alumnos
Agita a tus alumnos, asómbrales, fascínales, sorpréndeles.
Confiere la máxima carga emocional posible a la nueva información que deben
aprender.
Si consigues conferir un carácter emocional a tus enseñanzas,
¡el aprendizaje se producirá!
5 - Explícales la utilidad de
lo que van a aprender
Comienza por exponer a tus alumnos los objetivos y
razones de cualquier nuevo aprendizaje. Dales un por qué.
Explícales qué pueden esperar a cambio de su esfuerzo. Qué
nuevas habilidades y conocimientos adquirirán y cómo esto puede ayudarles a
alcanzar sus metas personales y profesionales.
6 - Afianza el aprendizaje
siguiendo pautas adecuadas de repetición
Las personas tendemos a olvidar rápidamente la mayor
parte de los nuevos aprendizajes.
El truco para evitarlo y consolidar un nuevo aprendizaje
consiste en la repetición eficaz, adecuadamente espaciada. Varias repeticiones
al principio, y luego periódicos repasos, cada vez más espaciados en el
tiempo.
7 - Asocia los nuevos
aprendizajes con cosas que los alumnos ya saben
Busca la forma de asociar e integrar el nuevo aprendizaje
con el conocimiento previo que ya tenían almacenados tus alumnos en sus memorias.
Sólo así podrán darle sentido al nuevo conocimiento, agarrándolo
y amarrándolo a sus conocimientos previos.
8 - Ofréceles retroalimentación
positiva
Ayuda a tus
alumnos a superar la frustración que generan los fracasos y errores habituales
en cualquier nuevo aprendizaje.
Hazles ver
que esos fracasos se deben a causas que son controlables mediante el
aprendizaje y el entrenamiento. Dales
retroalimentación positiva desde el principio y a medida que progresan en su
entrenamiento.
9 - Deposita elevadas expectativas
en tus alumnos
Transmite a tus alumnos que tienes elevadas expectativas
depositadas en ellos. La mayoría tratará de ajustarse a estas expectativas
respondiendo de forma positiva.
Trata de elevar su nivel de confianza para incrementar
sus probabilidades de éxito. El aliento y los refuerzos positivos que les
brindes por sus aciertos y progresos les ayudarán a conseguirlo.
10 - Gradúa la complejidad de
la información que suministras
Si das a tus alumnos demasiada información o información
demasiado compleja para su nivel actual de habilidades o conocimientos, el
resultado puede ser la frustración y la desmotivación.
Así que trata siempre de limitar la cantidad y
complejidad de la información que vas suministrando en cada momento a tus
alumnos. Dosifica la información y divídela en trozos distintos y progresivos.
11 - Opera siempre en el límite
de la competencia de tus alumnos
Procura operar siempre en el límite de la competencia de
tus alumnos, justo en el punto en que sientan que necesitan ir un poco más allá
para alcanzar el siguiente estadio de maestría posible.
Oblígales a hacer algo diferente para llegar a un nivel
nuevo y superior. Enfréntales a nuevos desafíos, que no sean tan difíciles como
para que les parezcan imposibles de superar, ni tan fáciles que lleguen a
aburrirse.
12 - Deja que tus alumnos se
diviertan explorando por sí mismos
Si consigues que tu enseñanza parezca un juego, el
aprendizaje se volverá invisible y tus alumnos aprenderán sin darse cuenta, de
forma natural.
Trata de que tus alumnos se diviertan explorando,
compitiendo, sorprendiéndose, colaborando, retándose, ganando, fracasando e
intentándolo de nuevo. Jugando.
13 - Convierte a tus alumnos en
maestros
Enseñar a los demás constituye una de
las formas más eficaces de interiorizar cualquier tipo de idea o de
aprendizaje.
Trata de que cada uno de tus alumnos
se convierta él mismo en maestro de los demás, aportando sus conocimientos, sus
buenas prácticas y su experiencia, para entre todos construir la
"inteligencia colectiva" que se crea en entornos colaborativos.
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