viernes, 8 de noviembre de 2013

Una hermosa historia de redes y de personas

Quiero compartir con vosotros en este post una historia real que sucedió hace unos meses y que viví de cerca.
Cambiaré un poco los nombres para no dar publicidad a quien quizás no la desea.
La historia trata de un colegio, de unos alumnos y de Jesús, el profesor de literatura y lengua.
Jesús encaja con lo que podríamos denominar “modelo de perdedor” en los estándares cinematográficos.
Cincuentón, cascarrabias, fumador, seguidor acérrimo del Atlético de Madrid, enamorado de la literatura y la poesía españolas.
Y convencido de que el mundo está lleno de injusticias sociales por las que merece la pena luchar.
Cuando hablabas con él, en seguida te dabas cuenta de que no había ido a parar a la profesión de maestro por puro azar o de rebote, sino que sentía verdadera vocación por la enseñanza.
Eso era para él toda su vida.
Jesús llevaba más de 20 años como maestro en este colegio, siempre enseñando de forma apasionada lengua y literatura a niños y chicos de entre 6 y 15 años.
Tenía sus excentricidades, pero todo el mundo le quería y era una verdadera institución.
Sin embargo, probablemente su personalidad no resultaba del agrado total de la dirección de la escuela, que se pretendía elitista.
Por eso llevaban un tiempo buscando alguna excusa para poder librarse de él.
Y esa excusa llegó cuando, durante una clase, Jesús mandó “a la mierda” a los alumnos de la misma, a cuenta de no se sabe qué.
Una de las alumnas de esa clase fue a quejarse al Jefe de Estudios, y éste fue a hablar con el Director.
Cuando al día siguiente llegaron los alumnos al colegio, vieron que Jesús estaba llorando en un pasillo.
Su mujer, que también era maestra en la escuela, lloraba igualmente.
Y otros profesores se esforzaban por disimular las lágrimas ante los alumnos.
Alarmados, los alumnos fueron preguntando a todos qué estaba pasando.
Al principio nadie quería hablar pero, inevitablemente, acabaron conociendo la noticia.
A partir de ese momento, un incendio instantáneo se propagó a través de Twitter.
Durante ese día y sobre todo por la tarde, una vez que salieron del colegio, cientos, miles de mensajes se intercambiaron entre los alumnos.
Estos son algunos de ellos (disculpad que los reproduzca “casi” tal cual): 
·       No me creo que Jesús, ese hombre que nos saca de la pompa, que lleva tantos años así, se vaya. El colegio se va a la mierda. #Jesus
·       Gran muestra de los valores de nuestro colegio echando al mejor que tenían, y de los más antiguos. ¡Os habéis lucido! #Jesus
·       Esto es una mierda. #Jesus, nunca habrá un profesor como él.
·       ¿A quién vamos a oír gritar "negativo al canto" ahora? #Jesus
·       Me cago en la puta, ¿de qué va este colegio!? Pérdida del sentido común #Jesus
·       Solo pido que #Jesus no olvide nunca lo que le queremos, y lo mucho que le vamos a echar de menos. Siempre
·       Nunca pensé que estaría así por un profesor #Jesus
·       Creo que nadie hará nada en clase de lengua si no es con el mejor de todos. #Jesus
·       ¿Y ahora quien me va a decir que levante la mano y que participe en clase de lengua? Ya nada va a ser lo mismo #Jesus
·       Nunca me he sentido tan triste por un profesor que me chillaba, me ponía negativos y que hasta me llegó a echar de clase #Jesus
·       Me preocupan las nuevas generaciones del colegio que vayan a crecer sin #Jesus
·       Pues yo no puedo parar de pensar en el gran error que ha cometido el colegio, no saben lo que están haciendo #Jesus
·       Nos merecemos alguna explicación ¿por qué echar a un profesor tan bueno? #Jesus
·       Nunca pensé que #Jesus se iba a ir. Esto ya no es nuestro colegio.
·       Pues no pienso seguir en este colegio, mierda de todo. #Jesus
·       Os habéis lucido, os habéis lucido campeones #Jesus
·       ¿Quién nos va a decir que el cuaderno no se abre solo? #Jesus
·       Lo que me da pena es que los cursos que todavía no han tenido a #Jesus no van a poder disfrutar de sus clases... ¡vaya injusticia!
·       El colegio te necesita #Jesus Te queremos
·       ¿Que se creen? ¿Que le pueden echar y nosotros no vamos a hacer nada? Se equivocan. #Jesus
·       Mañana sin #Jesus no pienso hacer una mierda.#Jesus
·       Mañana si no está #Jesus yo no entro a clase. #Jesus
·       Yo mañana no doy clase si no es con #Jesus
·       Mañana que nadie entre, todos en la puerta ¡Huueeelgaaaa! #Jesus
·       ¡El  colegio unido jamás será vencido! #Jesus
·       La familia del colegio apoyando a un padre #Jesus
·       Mañana a la hora del patio, huelga en el pasillo #Jesus
·       ¡Si no hay readmisión, no entramos! Ánimo compañeros #Jesus
·       Se van a cagar nos van a tener a todos en la puerta del cole #Jesus
·       ¡Pa´chulos nosotros! #Jesus
·       ¡Vamos amigos que podemos! Mucho ánimo y apoyo! #Jesus
Ese día #Jesus se convirtió en trending topic de Twitter en Madrid.
Y así, sin que la dirección del colegio pudiera siquiera imaginar lo que se le venía encima, al día siguiente a las 9 de la mañana ni un solo alumno entró en clase.
Cientos de ellos se agolparon ante la puerta del colegio con pancartas, exigiendo ruidosamente a gritos la readmisión de Jesús.
Ninguno de los intentos persuasivos de la dirección del colegio, incluidas las amenazas o la advertencia de que llamarían a la policía, consiguieron que los alumnos depusieran su actitud.
Y para dar legitimidad a su particular “huelga”, la mayoría de los padres enviaron un correo al colegio autorizando a sus hijos a no entrar ese día en clase.
Cuando llegó Jesús para firmar el finiquito de su despido y se encontró la manifestación de alumnos reclamando su readmisión, se sintió tan emocionado que no pudo evitar romper a llorar.
Seguramente demasiadas emociones.
Jesús entró en el despacho del Director.
La reunión se prolongó durante varias horas, mientras en el exterior el Jefe de Estudios y algunos profesores intentaban en vano apaciguar a los alumnos y convencerles de que entrasen en clase.
Entonces dijeron que estaban dispuestos a “negociar”. 
Y finalmente salieron y anunciaron, en medio del alborozo general, que Jesús había sido readmitido.
Al día siguiente Jesús volvió a dar su clase.
En la primera hora, los alumnos habían preparado una carta para leérsela.
Cada uno había memorizado un párrafo y fueron levantándose uno tras otro para leerlo.
Cuando terminaron, Jesús les dijo: “Lo que habéis hecho es muy grande. Jamás, nunca en mi vida podré expresaros suficientemente mi agradecimiento”.
Después de esto, no pudo continuar, de nuevo la emoción le venció, y salió fuera para dar rienda suelta a sus lágrimas.
No sé vosotros, queridos lectores, pero a mí la historia de Jesús y de estos chicos valientes que se atrevieron a dar la cara por gratitud hacia su profesor me parece ilustrativa.
Creo que nos habla de la verdadera esencia de los valores y de la educación.
Y también de que, posiblemente, las redes sociales están cambiando el mundo.
¿Habría sido posible esta historia con final feliz hace 30 años?
Que los #Jesus del mundo nos ayuden a caminar con clarividencia en este nuevo mundo que estamos alumbrando.

2 comentarios: