El aprendizaje solía ser casi totalmente informal en los
días pre-industriales, cuando se producía en el marco de una familia o como
aprendiz en un gremio.
Después, el modelo industrial del aprendizaje creó
instituciones como las escuelas y los departamentos de formación de las
empresas para generar un número cada vez mayor de personas capaces de ingresar
en el sistema productivo.
De este modo la formación en el aula se convirtió en la
norma.