Durante millones de años, la evolución tecnológica de
nuestros ancestros fue tan lenta que era prácticamente invisible.
Se necesitaron por ejemplo un millón de años para que la
producción de herramientas de piedra evolucionase desde piedras talladas por
uno de sus lados, hasta piedras talladas por ambas caras.
Luego, se necesitó otro millón de años más para llegar a
una tecnología en la que el tallado de la piedra ya no se realizase golpeando
unas piedras con otras, sino utilizando golpeadores de madera o huesos.
Fue el descubrimiento de la agricultura hacia el año 9000
AC lo que lo cambió todo.